Gestionar la incertidumbre con el espacio como herramienta
Cuando una persona está viviendo una enfermedad oncológica, obviamente se encuentra en una situación de vulnerabilidad condicionada por esa realidad. El recorrido durante la enfermedad en todo caso no es uniforme, se reviste de diferentes circunstancias, situaciones y acontecimientos en función, entre otras cosas, del momento del proceso por el que se esté pasando.
Los primeros pasos en la gestión de una enfermedad siempre son complejos, llenos de dudas y por lo tanto cargados de gran incertidumbre; más aún cuando el proceso de asistencia se despliega con la prontitud que requiere un tratamiento oncológico.
En este sentido, el primer acercamiento al tratamiento en un Hospital de Día Oncohematológico constituye uno de esos momentos y podríamos decir que, en cierto modo, es una vulnerabilidad dentro de la vulnerabilidad. Si bien es cierto que más adelante muchas y muchos pacientes se convierten en “expertos” gestores de estas variables durante el transcurso de su propia enfermedad, al principio todo es nuevo y abrumador.
Los pacientes noveles se enfrentan así a múltiples informaciones relacionadas con su enfermedad, lo cual forma parte de un proceso que no siempre es fácil de entender y de manejar, especialmente como decimos, en los primeros momentos de esta nueva realidad.
Gracias al trabajo de cocreación hecho con las y los pacientes y profesionales del Hospital de Día Oncohematológico del hospital de Fuenlabrada, detectamos que además de darles una información adecuada y comprensible, ayudaría en gran medida que los profesionales sanitarios pudieran identificar fácilmente a estos pacientes para acompañarlos y guiarlos en estos primeros pasos.
Un espacio que reduce la incertidumbre del paciente novel y empodera al profesional
Con el fin de dar respuesta a esta oportunidad de mejora, se propusieron diferentes soluciones desde los distintos territorios de actuación: los procesos, la capacitación de las personas y los espacios. Todas ellas formaron parte posteriormente del proyecto de humanización del Hospital de Día.
En el territorio de los espacios, se identificó una de estas soluciones: delimitar un espacio en la zona de espera destinada a estos pacientes, diferenciada por el color y junto a la puerta de acceso a la sala de tratamientos para facilitar esa identificación rápida y su acompañamiento. En el transcurso del proceso existen dos pasos previos a la administración del tratamiento en los que se les informa para que se sitúen en esta zona de espera específica. De esta manera, los profesionales pueden identificarlos de manera sencilla y ayudarles en estos primeros pasos.
En este ejemplo se puede ver de forma palpable la importancia de tener una visión holística del servicio. Esto nos ayudará a identificar oportunidades de mejora en cualquier ámbito y a desarrollar así las mejores soluciones de manera complementaria, para la humanización de los servicios sanitarios. En este ejemplo, la transformación de un espacio da lugar a un cambio en el proceso de atención de los pacientes noveles, reduciendo su nivel de incertidumbre y facilitando la labor de los profesionales, en definitiva humanizando la experiencia de las personas.
